Ser adorador es regalarle a Jesús una hora de tu semana para permanecer en Su presencia. Un encuentro sencillo y profundo que te transformará: porque en ese tiempo el corazón descansa, la oración florece y la gratitud se hace más viva.
Ser adorador es responder al amor inmenso de Cristo, que se entregó por nosotros. Y al mismo tiempo es sostener la misión de que el Señor nunca quede solo en el Sagrario.
Ser adorador es sostener espiritualmente nuestra comunidad y a tantos que buscan consuelo y esperanza.
Ser adorador es descubrir la gracia especial de las horas de la noche y de la madrugada, las que son más difíciles de cubrir, pues requieren un esfuerzo mayor. Quienes se atreven a vivir esa experiencia descubren que en el silencio profundo de esas horas, la cercanía con Jesús se vuelve aún más íntima y consoladora.
Ser adorador es un regalo para Él, pero también para ti. Una oportunidad para abrirte al misterio del amor de Dios y dejarte sorprender por su gracia.
Para recibir más información o para inscribirte, llama al +56 9 8360 5066 y un adorador te orientará con alegría.
Anímate a ser adorador, conoce esta hermosa misión.