Este sábado 27 de mayo, nos reuniremos a celebrar la vigilia de Pentecostés a las 19:30 hrs. ¡Acompáñanos!
Después de la Ascensión, y transcurridos cincuenta días desde la Resurrección de Jesús, en el calendario del año litúrgico, celebramos la fiesta de Pentecostés.
Este año, el domingo de Pentecostés será el 28 de mayo, por lo que en la noche del día anterior, nos congregaremos a imitación de los apóstoles en el cenáculo, para pedir que el Espíritu Santo nos colme con sus dones.
Sábado 27 de mayo a contar de las 19:30 hrs.
Horario misas - Domingo de Pentecostés
Templo parroquial: 10:00 (Misa de los niños), 12:00 y 19:30 hrs.
Capillas Santa Rosa: 11:00 hrs.
Nuestro templo parroquial ya se encuentra ornamentado para esta fiesta, con cada uno de los Siete Dones del Espíritu Santo, que son sabiduría, entendimiento, conocimiento, consejo, fortaleza, piedad y temor del Señor. (1)
Para profundizar en estos, al final de la nota, descarga el subsidio preparado por la Vicaría para la pastoral. Y encuentra también un video en el que las hermanas fraternas nos explican cada don.
Oraciones al Espíritu Santo para pedir sus siete Dones (2)
¡Oh Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas.
Que sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad cristiana.
Que, con el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme.
Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación.
Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado.
Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo.
Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado.
Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.
(1) fuente: ewtn.com
(2) fuente: aciprensa
