Cada 1 de mayo, en el mundo se festeja el día Internacional de los Trabajadores, pero en la Iglesia celebramos al verdadero modelo que todo trabajador cristiano debe seguir: San José.
José, necesitaba trabajar para sacar adelante a su familia, pero al mismo tiempo, como cada uno de nosotros, también él necesitaba del trabajo para vivir con dignidad, con la alegría de haberse ganado el pan con esfuerzo y con el gozo de colaborar con Dios en el desarrollo de un mundo mejor.
Sin duda, nos es posible apreciar como el acto de trabajar era para él ocasión de crecimiento personal y vínculo de unión con los demás. Pues todo oficio aporta un valor a la sociedad, produciendo bienes o dispensando servicios. Todo trabajo bien hecho, de una forma u otra, siempre beneficia a otra persona.
Es por eso que resulta primordial desempeñar nuestros empleos, de la mejor manera posible, haciendo de esta aparente carga, un medio para nuestra santificación y servicio al prójimo.
¡San José Obrero, sé nuestro ejemplo!
¡ATENCIÓN!
Este lunes 1 de mayo, tendremos la celebración de la misa a las 12:00 y 19:30 hrs. Mientras que la secretaría parroquial permanecerá cerrada durante este día.
Fuente: opusdei.org